La Eucaristía se describe en el catecismo como la “fuente y cumbre” de nuestra fe. Encontrar tiempo para ir a adorar al Señor en la Eucaristía puede ser difícil, pero si vamos con un corazón abierto, los resultados serán sorprendentes.
«Durante la comida Jesús tomó pan, y después de pronunciar la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: “Tomen, esto es mi cuerpo” Tomó luego una copa, y después de dar gracias, se la entregó y todos bebieron de ella. Y les dijo: ′Esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que será derramada por muchos′»(Marcos 14, 22-24).
En la cultura actual la idea del crecimiento interior es muy poco valorada, es considerada una pérdida de tiempo o una costumbre pasada de moda practicada por nuestros antepasados ingenuos. Por lo general solo el crecimiento exterior y el más palpable vale algo. La principal diferencia entre estos dos progresos (material y espiritual) es que el material siempre está fuera de ti. Este te ofrecerá ciertas sensaciones positivas, sin embargo, siempre estará coloreado con una especie de efímera e inconsistente temporalidad. Un progreso interior, por otro lado, significa que eres tú el que cambia haciendo tu espíritu más fuerte. Te puede sorprender el cambio que producirá en ti el tiempo que pases en la adoración Eucarística, este puede cambiarte de estas diez maneras:
1. Desarrollarás un sentido de asombro y maravilla
2. Experimentarás la paz en otras áreas de su vida
3. Comenzarás a mirar fuera de ti mismo
4. Algunas veces te aburrirás, pero…
5. A pesar de que te cueste, estarás entusiasmado por ir
6. La Gracia entrará en tu vida
7. Te darás cuenta de lo afortunado que eres
8. Descubrirás que Jesús tiene un muy buen sentido del humor
9. Querrás ir a confesarte más seguido
10. Te enamorarás
ASISTE ÉSTE SÁBADO A COMPARTIR UN MOMENTO AL LADO DE JESÚS EUCARISTÍA, A LAS 4:00PM EN EL TEMPLO SAN CRISTÓBAL
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